domingo, 10 de febrero de 2013

Erick Boror sobre su obra



Talismán,  más que una serie de símbolos y escenas, representa un momento de mi vida en que me permito crear desde el oficio, siendo el resultado una obra en la cual no hay trasfondo ni engaño: es honesta y transparente, cuyo desenlace  no es más importante que la intención de crear fuera de paradigmas.

Encontrando en los oficios como la pintura, el dibujo, la ilustración algo místico; una labor hecha por el artesano al personalizar escenas de poder haciendo un universo a través del dibujo donde vemos reflejada nuestra vida en  escenografías locales  pero conteniendo elementos fantásticos de poder donde destacan el fuego,  los animales en llamas, criaturas en disputas antagónicas surcando fuego e iluminadas por un halo de luz divina  y magnificadas en su poder… todo esto en una etiqueta explosiva.
Imágenes que se contraponen en dualidad simbólica y no remiten necesariamente a un significado en particular; más bien permiten una interpretación variada que trasciende a lo universal.

En mi talismán deposito mi fe, mi confianza y la necesidad de encontrarme y no por precisar fuerza, más bien, es mi escena cotidiana y la reminiscencia para conmemorar y en su espectáculo, desfila la serpiente y el relámpago que cruza por el fuego que todo lo purifica en su tiempo y su momento.

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